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miércoles, 6 de mayo de 2015

Programa de Salud Mental




En que consiste el programa: El Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría tiene como, un aporte al desarrollo humano del país, el propósito de “Contribuir a que las personas, las familias y las comunidades alcancen y mantengan la mayor capacidad posible para interactuar entre sí y con el medio ambiente, de modo de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso óptimo de sus potencialidades psicológicas, cognitivas, afectivas y relacionales, el logro de sus metas individuales y colectivas, en concordancia con la justicia y el bien común.

Por qué nace este programa: Los países en vías de desarrollo viven en la actualidad procesos de modernización acelerada, generándose cambios en muchos aspectos de la vida que están llegando a ser condiciones que desestabilizan el desarrollo y la salud mental de la población. En el perfil de problemas de salud de estos países se entremezclan problemas de salud propios de la pobreza con patologías características de una población que envejece. Las enfermedades no transmisibles vinculadas a estilos de vidas, entre ellas, muchos trastornos mentales, constituyen ahora el principal desafío para lograr mejorías en morbimortalidad y en la calidad del mayor número de años de vida. Las enfermedades mentales aumentan su prevalencia y son responsables de una parte importante del sufrimiento, discapacidad y deterioro de la calidad de vida. En la aparición y persistencia de los problemas de salud mental que afectan a la población, no se encuentran solamente factores biológicos y demográficos. Existen importantes aspectos psicosociales relacionados con las características y exigencias de un medio social, económico y ambiental que afectan a hombres y mujeres.

Bajo que políticas publicas está amparado: El programa de salud mental se enfoca en tres políticas públicas en primer lugar la prevención, dirigidas a evitar, retrasar la aparición o atenuar la severidad y duración de los trastornos de salud mental en personas y grupos con mayor riesgo, en segundo lugar la detección temprana y facilitación del acceso y continuidad del tratamiento y por último la rehabilitación en personas y grupos que presentan trastornos mentales y sus familias. La incorporación de enfermedades mentales al AUGE también es una política que ampara este plan de salud mental.

Desde cuando está en marcha: En Chile, la prevalencia en la vida de los principales trastornos mentales es de 36% y los más frecuentes son la agorafobia (11,1%), la depresión mayor (9,0%), la distimia (8,0%) y la dependencia del alcohol (6,4%). En general, estas afecciones explican 15% del total de años de vida saludable perdidos por enfermedad. Esta situación requiere necesariamente de una conducta activa por parte del Estado, lo que en Chile se tradujo en la aplicación de estrategias de salud pública agrupadas en dos planes nacionales de salud mental y psiquiatría puestos en marcha por el Ministerio de Salud en los años 1993 y 2000. Con el primer plan se introdujeron prácticas innovadoras que sirvieron de base para formular el segundo plan, que estableció un modelo más elaborado de red de atención y de programas de actividades que abarcaban los problemas prioritarios.


Que evolución ha tenido: A partir de la elaboración del primer plan, la salud mental se ha incorporado paulatinamente a las prioridades de salud pública de Chile. Entre otras medidas, la entidad de seguro público (FONASA) ha definido nuevas actividades de salud mental con respaldo financiero; han aumentado los fondos protegidos en el presupuesto de salud, tanto para la compra de medicamentos como para la aplicación de programas específicos de salud mental; las siete prioridades de salud mental han pasado a formar parte de los objetivos sanitarios nacionales para la década 2000–2010; se incorporaron las tres prioridades programáticas de salud mental a las enfermedades que cuentan con garantías de atención en la nueva reforma de salud de Chile; y las acciones de salud mental se incluyeron en la cuenta pública que el Ministerio de Salud entrega cada año al país.

Hay alguna ley que lo contemple:
  • Ley de derechos y deberes de los pacientes (ley 20.584)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a un reconocimiento igual al de las otras personas ante la ley (Artículo 12 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a la protección contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes (artículo 15 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a vivir en forma independiente y a ser incluidos en la comunidad (Artículo 19 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a la educación (artículo 24 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a la salud (artículo 25 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a la habilitación y rehabilitación (Artículo 26 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental al trabajo y empleo (artículo 27 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a un nivel de vida adecuado y protección social (artículo 28 de la CDPD)
  • Derecho de las personas con discapacidad mental a participar de la vida política y pública (Artículo 29 de la CDPD)


Existe algún acuerdo internacional que se esté cumpliendo con dicho programas: La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la necesidad imperiosa  de reducir la carga que representan los trastornos mentales en todo el mundo y de mejorar la capacidad de los Estados Miembros para hacer frente a un problema que se agrava día a día. Es por esto que chile sigue un procedimiento basado en la OMS para el programa de salud mental.


A que grupos está focalizado: Personas de 15 años y más que sufren trastornos depresivos
Mujeres que sufren violencia intrafamiliar.
Población menor de 20 años con consumo perjudicial y dependencia de alcohol y drogas que pueda beneficiarse del Plan Ambulatorio Básico y su seguimiento
Problemas asociados al consumo de sustancias psicoactivas, entregar información y consejería para el auto cuidado y proporcionar a población consultante de 10 y más años de edad.

Beneficiarios del programa


Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos.
Personas que se individualizan en Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.
Aquellas personas acreditadas como beneficiarias hasta el 30 de agosto del 2003, inclusive, Aquellos que trabajaron en la protección de Derechos Humanos por un periodo contínuo de 10 años.
Personas calificadas por exoneración política.
Retornados del exilio político.
Otras situaciones que el equipo PRAIS evalúe como prioritarias de acuerdo a lo señalado en la Norma Técnica, con consulta al Ministerio de Salud.

Metas-Objetivos: Las actividades del Programa de Salud Mental y Psiquiatría se basan en la evidencia existente respecto a la efectividad y costo de las intervenciones para cada una de las prioridades, en las opiniones de expertos nacionales y en normativas técnicas internacionales.
Sus objetivos específicos son los siguientes:
♦ Desarrollar factores protectores de la salud mental en la población beneficiaria.
♦ Evitar o retrasar la aparición de enfermedades mentales prevenibles.
♦ Detectar y tratar precozmente las enfermedades mentales mediante intervenciones de costo efectividad sustentada en evidencia.
♦ Mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades mentales de larga evolución y de sus familiares y/o cuidadores.
El programa tiene el propósito de servir de instrumento orientador de la programación de los recursos y prestaciones del sistema, definiendo un conjunto de actividades básicas para dar respuesta a las necesidades de atención de una población determinada. Son coherentes con las actividades definidas en la Norma Técnica “Organización de una Red de Servicios de Salud Mental y Psiquiatría”. La programación de estas actividades en los distintos dispositivos de la red debe permitir que las personas accedan a las que necesiten, en el lugar y por el equipo más cercano a su residencia. Por lo tanto, el establecimiento donde se realice cada una de ellas debe estar claramente definido para un sector poblacional, el que puede variar en el tiempo, ya que dependerá de la planificación y los recursos de la red local de servicios.

¿Que canasta de prestaciones contempla este programa a nivel primario, secundario y terciario?

Actividades de Nivel Primario de Resolución Para ser realizadas por el Equipo de Salud General (incluyendo Psicólogo) en Consultorios, Centros de Salud, Centros de Salud Familiar, consultas de médicos generales, Centros Comunitarios de Salud Mental Familiar (COSAM).
Actividades para la articulación entre el nivel primario y secundario.
Para aumentar y mantener la capacidad resolutiva del nivel primario y evitar la sobrecarga del nivel de secundario, se requiere que los especialistas asesoren de manera continua a los equipos del primer nivel de atención. De esta forma los equipos de salud general reciben información y adquieren habilidades para realizar en forma efectiva todas las acciones del programa para la promoción, prevención, detección, tratamiento, rehabilitación y derivación. Esta asesoría se realiza a través de la siguiente prestación o actividad.

Como ha sido su resultado en los últimos 15 años: Los avances logrados en Chile en los últimos 10 años, como el desarrollo de la red de centros de salud mental y la puesta en marcha de programas en diferentes niveles del sector público de salud, son el resultado de la aplicación de un nuevo modelo de atención comunitario en salud mental y psiquiatría. El Plan Nacional ha sido un elemento fundamental en este proceso, ya que ha permitido a los especialistas en salud mental demostrar a los salubristas y a las autoridades sanitarias cómo se puede responder a las necesidades de salud mental de la población con acciones basadas en datos probatorios y que se pueden generalizar a todo el país. El Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría promovió la inversión en nuevos recursos y la reconversión de los recursos de los servicios tradicionales de psiquiatría. El nuevo modelo de atención de salud mental y psiquiatría se ha insertado en el sector público de salud chileno gracias a que ha pasado a formar parte de los objetivos sanitarios nacionales y de las metas del proceso de reforma del sector de la salud. La consolidación de este modelo y su continuo desarrollo futuro aún están amenazados por la falta de respaldo legal específico y por la falta de recursos. Uno de los mayores logros observados durante la puesta en marcha del Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría fue la contribución de miles de usuarios, familiares, técnicos y profesionales a lo largo de todo el país. Con su motivación, dedicación y creatividad fueron capaces de encontrar caminos concretos para hacer funcionar los nuevos programas y redes y alimentaron con sus experiencias las estrategias nacionales, tanto de gestión como de atención sanitaria. Esta enorme contribución se ha visto limitada, sin embargo, por la insuficiente formación en materia de salud mental y psiquiatría de los egresados de las universidades e institutos profesionales, particularmente en relación con el modelo comunitario. Esto provoca, por lo general, que los técnicos y profesionales que se incorporan al sector público de salud, ya sea después de graduarse o porque desean seguir el modelo comunitario de atención sanitaria, deban adquirir las habilidades necesarias sobre la marcha del trabajo y no cuenten con la capacidad de respuesta necesaria para satisfacer las necesidades de los usuarios. En este sentido, una de las debilidades principales del Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría es no haber previsto la creación de una estructura dedicada al desarrollo de recursos humanos que contemple tanto la formación profesional especializada como la oferta de incentivos por trabajar con el nuevo modelo de atención. El análisis de los indicadores demuestra que los beneficiarios del sector público de salud en Chile tienen ahora más acceso a los servicios de salud mental que antes del establecimiento del nuevo modelo de atención comunitaria, han ganado en cobertura sanitaria y reciben servicios de mayor calidad. Estas mejoras se caracterizan además por su carácter integral, tanto en los servicios de atención primaria como en los especializados. El nuevo modelo de atención utiliza intervenciones farmacológicas y psicosociales con enfoques preventivos, curativos y de rehabilitación, basados en el trabajo integrado de equipos multidisciplinarios. Otro resultado importante ha sido la cooperación establecida entre el sector de la salud y otros sectores de la sociedad. Si bien los indicadores presentados están aún lejos de los niveles alcanzados en países desarrollados y de los que espera la población chilena, los resultados obtenidos demuestran que las medidas tomadas han ayudado a reducir significativamente los síntomas y a elevar el grado de satisfacción, la calidad de la vida y las habilidades sociales de los usuarios.

Guia Clinica Resumen



Referencias

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