Logo

Logo

lunes, 4 de mayo de 2015

Programa de Inminuzaciones




En que consiste el programa: El Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) está destinado a prevenir morbilidad, discapacidad y mortalidad por enfermedades infecciosas transmisibles inmunoprevenibles y está compuesto por un conjunto de vacunas destinadas a proteger a la población, las cuales han sido definidas como bien público. La vacunación es la administración de productos inmuno-biológicos, destinados a lograr la inmunización, que es protección específica frente a enfermedades infecciosas para las cuales existen vacunas. El Programa Nacional de Inmunizaciones posee un enfoque integral y tiene como objetivo prevenir morbilidad, discapacidad y muertes secundarias a enfermedades inmunoprevenibles, a lo largo de todo el ciclo vital.

Por qué nace este programa: La viruela fue la primera enfermedad que el ser humano intentó prevenir inoculándose a sí mismo con otro tipo de enfermedad. En 1796, durante el momento de mayor extensión del virus de la viruela en Europa, un médico rural de InglaterraEdward Jenner, observó que las recolectoras de leche adquirían ocasionalmente una especie de viruela de vaca» o «viruela vacuna, por el contacto continuado con estos animales, y que luego quedaban a salvo de enfermar de viruela común. Efectivamente se ha comprobado que esta viruela vacuna es una variante leve de la mortífera viruela «humana. Los primeros esfuerzos para introducir una vacuna en Chile datan de comienzos del siglo XIX con la vacuna antivariólica. En 1918 se lleva a cabo una vacunación masiva contra la Viruela, la que fue seguida de campañas intermitentes. Con posteridad se introdujo la vacunación contra Tuberculosis (BCG, 1949).

Bajo que políticas publicas está amparado: Actualmente, el Departamento de Inmunizaciones creado formalmente en el año 2011, proporciona en forma gratuita las vacunas contenidas en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) a los que tiene acceso garantizado toda la población según Decreto de Obligatoriedad vigente.

Desde cuando está en marcha: en 1978 se establece el Programa Ampliado de Inmunizaciones, intervención coherente con la recomendación de la Asamblea Mundial de la OMS de 1974.

Que evolución ha tenido: En 1974. Este programa incorporaba las vacunas BCG, Polio, Difteria, Tétanos, Tos Ferina y Sarampión. Actualmente, el Departamento de Inmunizaciones creado formalmente en el año 2011, proporciona en forma gratuita las vacunas contenidas en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI). Dentro de los antígenos que se encuentran en el PNI están: BCG, Polio, Difteria, Tétanos, Tos Convulsiva, Sarampión, Rubéola, Parotiditis, Hepatitis A, Hepatitis B, Haemophilus influenzae b, Neumococo, Meningococo, Rabia, y Virus Papiloma Humano.

Existe algún acuerdo internacional que se esté cumpliendo con dicho programas: El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) se basa en una resolución WHA 2757 aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en Mayo de 1974. Esta iniciativa, resultado de una acción conjunta entre las naciones del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), planteó como estrategia esencial para lograr el objetivo de salud para todos en el año 2000, la prevención de las enfermedades transmisibles en la población infantil, a través del uso de vacunas disponibles.

A que grupos está focalizado:  A recién nacidos, lactantes de 2 a 4 meses; 6 meses; 12 meses; 18 meses; niños de 1ª básico, 4ª básico, 8ª básico y adultos de 65 años.

Que metas de salud u otras tiene contempladas (se puede sacar de los objetivos sanitarios, de qué forma se vigila su cumplimiento (si hay datos con sus indicadores, de las orientaciones programáticas o de los objetivos sanitarios, incluirlas): Su fin es contribuir a mantener y mejorar la salud de la población y su propósito es disminuir o mantener la morbilidad y mortalidad por enfermedades transmisibles prevenibles por vacunas (inmunoprevenibles) que han sido definidas como problema de salud pública en Chile, en concordancia con recomendaciones internacionales.
Para lograr la inmunización de la población y controlar el riesgo de brotes epidémicos se requiere vacunar un porcentaje alto de la población, de alrededor 90%, definido como “cobertura técnica”, de acuerdo a la evidencia científica.
El Programa se cumple a través de la producción de 3 componentes:
Componente 1: Personas inmunizadas contra las enfermedades transmisibles prevenibles por vacunas de acuerdo a normas técnicas, según tipo de vacuna. Componente 2: Recomendaciones, normas e instructivos de vacunación actualizados y en uso en todos los niveles del programa y personal capacitado para su correcta aplicación.
Componente 3: Programas y campañas de comunicación social educativas a la comunidad realizados.
El proceso de vigilancia lo realiza el Sub departamento de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública, en conjunto con el Departamento de Vacunas e Inmunizaciones, participando en la vigilancia de supuestos efectos adversos a la vacunas denominados ESAVI (supuestamente atribuibles a vacunación e inmunización) y de posibles errores programáticos que puedan ocurrir en los procesos de distribución, almacenamiento y administración de la vacunas, cumpliendo con mantener y asegurar que las vacunas entregadas sean de la mejor calidad, seguras y eficaces.

Que canasta de prestaciones contempla dicho programa a nivel primario, secundario y terciario (van a existir programas que se encuentres solo en algunos niveles) estos contempla  los establecimientos de atención primaria de salud y vacunatorios privados en convenio.

Como ha sido su resultado en los últimos 15 años: Al comparar la morbimortalidad de las enfermedades con la situación previa al inicio de la vacunación programática respectiva se observa el gran impacto del programa, con tasas de morbimortalidad que, a partir de la década de los 60, muestra descensos dramáticos de los casos y las muertes que se asocian de forma estadísticamente significativa con los momentos de introducción de las vacunas y las coberturas poblacionales alcanzadas. Es el caso, por ejemplo, de la mortalidad por BCG que desciende de 154 a 1,4 o de la incidencia y mortalidad por sarampión que bajan de 493 y 30,7 a 0,03 y 0, respectivamente, lo que nos ubica en plena fase de erradicación. Durante los 4 años del período evaluado las  tasas son muy semejantes, con algunas excepciones, entre ellas la influenza que presenta un gran incremento en 2009 debido al brote pandémico. Se observa, asimismo, un aumento de incidencia de tos ferina en el año 2011 que ha continuado el año 2012 y que ha originado una respuesta sanitaria focalizada en las regiones de mayor incidencia y un incremento de la incidencia de hepatitis B, fenómeno que debe ser monitorizados.


Resumen de Guia Clinica según corresponda:


No hay comentarios:

Publicar un comentario